Ya no me duele el recordarte,
ya no me duele el nombrarte,
ya no me duele el soñarte,
ya no me duele el no encontrarte.
ya no me duele el no mirarte.
De ti, ya no me duele nada.
ya todo está en paz y sigo adelante.
Todo está bien, salvo ese,
que no cesa de nombrarte,
que no cesa en las noches de llamarte,
que no cesa de buscarte.
Todo está bien, salvo ese.
Ese, el del reflejo de mi espejo,
que no cesa, de llorarte.
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