LA MITAD DE LA BELLEZA DEPENDE DEL PAISAJE; Y LA OTRA MITAD DE LA PERSONA QUE LA MIRA.
LOS MÁS BELLOS AMANECERES; LOS MÁS ROMÁNTICOS ATARDECERES; LOS PARAÍSOS MÁS INCREÍBLES; SE PUEDEN ENCONTRAR SIEMPRE EN EL ROSTRO DE LAS PERSONAS QUERIDAS.
CUANDO NO HAY LAGOS MÁS CLAROS Y PROFUNDOS QUE SUS OJOS; CUANDO NO HAY GRUTAS DE LAS MARAVILLAS COMPARABLES CON SU BOCA; CUANDO NO HAY LLUVIA QUE SUPERE A SU LLANTO; NI SOL QUE BRILLE MÁS QUE SU SONRISA.
LA BELLEZA NO HACE FELIZ AL QUE LA POSEE; SINO A QUIEN PUEDE AMARLA Y ADORARLA. POR ESO ES TAN LINDO MIRARSE CUANDO ESOS ROSTROS SE CONVIERTEN EN NUESTROS PAISAJES FAVORITOS. HERMANN HESSE
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